La grandeza de los clubes

Me ha sobrevenido una reflexión acerca de los equipos de fútbol que paso a explicaros. Voy a utilizar como ejemplo ilustrativo de mi tesis en todo el texto el caso del Dépor.

La gloria de un club de fútbol se funda en la habilidad de sus administradores para invertir lo más eficientemente posible sus recursos y fichar con ellos a los jugadores más talentosos y a los entrenadores más avezados.

Actualmente, en las filas del Dépor no hay ni un solo jugador que sea de A Coruña ciudad y solo uno que es de A Coruña provincia: Piscu. El Celta en este aspecto es poco más decente pues cuenta en su plantilla con dos jugadores vigueses: Oubiña y Roberto Lago. Este fenómeno de "forasterización" de los clubes de fútbol no es de ahora, sino que luengo ha que los foráneos son los que encumbran a nuestros equipos, y no los autóctonos.

Tenemos que el mundillo de los clubes de fútbol es una suerte de monopoly, pero donde los participantes empiezan en una situación de escandalosa desigualdad. Los clubes de fútbol más laureados son aquellos que, en primer lugar, tienen más dinero y, en segundo lugar, los que mejor han sabido invertirlo, pues el despilfarro también es habitual en esta competición.

Los verdaderos protagonistas de la ventura que sufren los clubes de fútbol son los socios capitalistas y sus especialistas, que son los que nos darán los recursos necesarios y la astucia debida para extraer el mayor rendimiento posible de los mismos. Y ni siquiera estos socios ni los especialistas tienen porqué ser oriundos de la ciudad cuyos colores enarbolan los jugadores. De este modo llegamos a la consecuencia de que cuando un coruñés se jacta de los galones de su equipo, lo que realmente celebra es la capacidad de los administradores de su club para crear un equipo competente formado por los mejores jugadores y entrenadores que ha permitido su presupuesto. Es importante notar que no se celebra la calidad del fútbol coruñés sino las facultades de gestión de los especialistas contratados por el club. El orgullo patriótico queda anulado si se piensa bien. Los laureles del Dépor los ha obtenido gracias al juego de jugadores que no eran coruñeses (en su mayoría) y cuyo amor por ese club estaba en proporción al número de ceros de su contrato. Visten la camiseta blanquiazul como podrían vestir la celeste. Su mérito consiste en haber sabido manejar el dinero, porque el fútbol en sí no es una obra coruñesa sino de jugadores extraños (en el sentido de foráneos).

Fascinante esto de que la superioridad de tu equipo dependa del dinero y de profesionales que en la mayoría de los casos jamás habían paseado por la ciudad que ahora van a representar. Llevando las cosas un poco al extremo tenemos que lo único genuinamente coruñés del RC Deportivo de la Coruña es el nombre, el estadio de Riazor y los aficionados coruñeses. El fútbol de A Coruña no es fútbol de coruñeses, como tampoco el fútbol del Celta es fútbol de vigueses pero sería interesante comprobar en qué medida han contribuido los jugadores coruñeses en levantar su equipo y en qué medida han contribuido los vigueses en levantar el suyo.

No entiendo como un club de fútbol puede representar el fútbol de su ciudad sin jugadores de esa ciudad.

La conclusión de todo esto es que los clubes de fútbol no compiten por comprobar el fútbol de qué lugar es mejor sino por comprobar la gestión de qué lugar es mejor (y quién tiene más dinero).

Espero que opineis sobre esto. Un saludo

Ya sé que la santa excepción de esto es el Athletic. Diría chapeau por ellos, pero como están involucrados en una trama que tuvo como resultado el descenso del Celta ya les pueden dar bien por detrás